Odontología del bebe

Tu dentista para bebés en Lleida

Lactancia materna

La alimentación el primer año de vida es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los bebés.

Siempre que es posible, la lactancia materna es el más deseable método de alimentación infantil, en cuanto a los aspectos físicos , fisiológicos y psicológicos se refiere.

Todos los bebés nacen con una mandíbula pequeña en comparación con el maxilar superior. Esto es debido a que en la zona del maxilar se encuentra la nariz, pieza fundamental para iniciar la función de la respiración desde el momento del nacimiento.

La mandíbula no es necesaria para alimentarse hasta después del alumbramiento, por este motivo está menos desarrollada.

La succión del pecho materno ayuda a mover la mandíbula hacía adelante y hacía abajo, estimulando así, su crecimiento y desarrollo.

Muchos son los estudios que demuestran que la ejercitación de los músculos masticadores durante la lactancia materna ayuda al correcto crecimiento mandibular y evita, en cierto modo, el desarrollo de ciertas maloclusiones dentales.

La lactancia materna ayuda al desarrollo de la función respiratoria nasal del bebé, mientras el bebé succiona aprende a respirar por la nariz.

El movimiento de la lengua, durante la succión del pecho materno, ayuda a un correcto posicionamiento de la misma, evitando así que se desarrollen hábitos no deseados como la deglución atípica.

La deglución atípica consiste en la interposición de la lengua entre los rodetes maxilares y con un movimiento hacía adelante y hacía fuera. La persistencia de esta deglución, una vez hayan erupcionado los dientes, favorecerá que el niño desarrolle maloclusiones dento-esqueleticas, como la mordida abierta anterior.

La mayoría de los Odontopediatras aconsejamos la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida.

Una lactancia prolongada, tanto diurna como nocturna, después de la erupción del primer diente puede favorecer, si no se tienen los cuidados necesarios, la aparición de caries de la primera infancia.

La leche materna no tiene porque ser cariogénica si se tienen los cuidados necesarios. Son muchas las ocasiones, en que el bebé se queda dormido durante la succión, lo que provoca que la leche se quede entre los rodetes gingivales y los dientes, y es en ese momento cuando fácilmente puedan empezar a producir lesiones iniciales de caries.

La utilización de una gasita húmeda para limpiarle las encías después de las tomas, o la utilización de un cepillo dental dedal de silicona durante el baño, son una buena manera de ayudar a crear buenos hábitos a nuestro bebe.

Biberones

La elección de un biberón o chupete para el bebe es una de las dudas más frecuentes a las que se enfrentan madres y padres.

No siempre la lactancia materna es una herramienta de elección para alimentar a los bebes. Son muchas las ocasiones en que esto no es posible, y es en ese momento cuando la herramienta de elección para alimentarlo es el biberón.

Debe ser un biberón que favorezca el crecimiento de los maxilares y que permita al bebé tener un sellado labial durante la succión de las tomas que favorecerá que el bebé aprenda a respirar por la nariz.

 

La elección de la tetina para el biberón debe ser lo más anatómica posible, con el orificio de salida de la leche en la parte superior de la tetina y siendo estrecha en la base para que los labios puedan sellar correctamente.

La utilización de tetinas grandes no anatómicas con el orificio de salida en la parte central de la tetina producen que la lengua no aprenda el correcto movimiento de deglución. La alimentación del bebé es mayor pero no su sensación de saciedad, ya que no tienen que ejercitar a penas la musculatura facial para poder alimentarse.

Las tetinas anatómicas permiten que la lengua de los pacientes tenga que realizar los movimientos de deglución más adecuados y similares a los movimientos a realizar con la lactancia materna.

La utilización de estos biberones de boca ancha no anatómicos favorece el desarrollo de los músculos bucinadores, produciendo paladares más estrechos que producirán, a su vez, falta de espacios para sus dientes.

En el momento de las tomas el bebé debe colocarse en una posición correcta, semi-sentado y con la cabeza posicionada en un plano superior respecto al cuerpo, para que durante la succión se desarrollen correctamente los músculos masticadores.

Queda totalmente desaconsejada la utilización de azúcares, o zumos, en el biberón o chupete para calmar al bebe. Tampoco debemos dar lácteos en el biberón para que duerma nuestro bebé, especialmente una vez haya erupcionado el primer diente.

Chupetes

El chupete es una herramienta habitualmente asociada a un consuelo, o forma de distracción, para el bebé. En términos de salud se debe relacionar al chupete con la necesidad fisiológica de succión, si no succiona algo cuando surgen las ganas, el niño llora. De aquí, que el chupete sea el complemento ideal para saciar la succión.

El biberón y chupete deben retirarse entre los 12 y 18 meses de edad.

Puede ocurrir con la amamantación que la necesidad de succión quede saciada, pero no el hambre. Esto se produce porque el esfuerzo realizado para amamantrase es 80 veces mayor que para alimentarse con un biberón. En estos casos, el bebé se suele quedar dormido pero se despierta con facilidad a las pocas horas porque tiene hambre. En ocasiones, el amamantamiento sacia el hambre del bebé, pero no su necesidad de succión.

La alimentación con biberón y especialmente con tetinas no anatómicas, con orificios de salida grandes y con mucho flujo de alimento, ha de saciar el hambre del niño pero no satisface su necesidad de succión. La sensación de hambre y la necesidad de succión van siempre ligadas y forman parte del proceso de alimentación del bebe. Cuando la necesidad de succión no está saciada, el bebe nos demandará el chupete.

El chupete solo debe ser utilizado para resolver la necesidad de succión. No debe utilizarse sistemáticamente para calmarlo o distraerlo. Es importante que el chupete sólo sea utilizado en pequeños intervalos y que el bebé no tenga facilidad de acceso a él, como llevarlo colgado de la ropita.

Si el bebé se queda dormido con el chupete, es conveniente retirárselo pasados unos minutos.

El chupete debe ser anatómico, lo más parecido al pezón materno y con un cuello estrecho que permita al niño sellar los labios mientras lo utiliza.

Los chupetes de bola alteran el crecimiento del maxilar deformándolo y produciendo mordidas abiertas anteriores.

Son muchas las ocasiones que nuestro bebé utiliza los dedos para saciar su necesidad se succión, el dedo es muy similar al pecho materno en cuando a su textura y su temperatura corporal. Es importante que cuando identifiquemos ese hábito en nuestro bebé se lo intentemos cambiar por la succión de un chupete anatómico con el que el bebé se encuentre lo más cómodo posible. Cuando la función es realizada de forma equilibrada, se disminuye mucho la posibilidad de que se instale como un hábito.

Caries de la primera infancia o caries del biberón

La caries dental es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un proceso localizado de origen multifactorial que se inicia después de la erupción del primer diente, determinando el reblandecimiento del tejido dentario duro y que evoluciona hasta la formación de una cavidad.

Si no se atiende oportunamente, puede llegar a afectar a la salud general y a la calidad de vida de los individuos de todas las edades. Es una de las enfermedades más prevalentes de la población mundial.

Al ser la caries una enfermedad de origen multifactorial, podemos controlar algunos de los factores que la producen, como la dieta, y la higiene bucodental.

Son muchas las personas que piensan que las caries en dentición temporal tienen poca importancia debido a que serán reemplazadas por dientes permanentes, pero no es así, la pérdida prematura de dientes temporales provocará pérdidas de espacios para nuestros dientes permanentes, y favorecerá el desarrollo de ciertas maloclusiones dentales.

Así mismo la evolución de las caries puede producir dolor y flemones en dentición temporal, que si no son tratados pueden llegar a afectar a la formación de los dientes permanentes, ya que su germen se encuentra situado en un saquito debajo de cada pieza dental.

La alimentación es un factor muy importante a tener en cuenta para el control de caries dental. La ingesta de azúcares debe ser moderada y queda totalmente prohibido añadir azúcares al biberón o chupete. Hay que limitar la toma de ciertos alimentos, como galletas y zumos comerciales azucarados. Los bebés no conocen los alimentos dulces y somos nosotros los que se los facilitamos.

Durante la noche es muy importante que el niño no tome biberones con zumos o leche, puesto que esto aumenta mucho la aparición de caries rampantes o de biberón.

Otras causas de caries en edad temprana son:

  • La medicación continua con inhaladores, antibióticos o antiinflamatorios azucarados.
  • La transmisión de bacterias por parte de los padres. (Limpiando un chupete en la boca del padre o madre; besos en los labios)
  • Alteraciones de la estructura dental como las hipoplasias.

La aparición de manchas blancas en las superficies de los dientes manifiesta la aparición de caries incipientes, especialmente en las superficies vestibulares de los incisivos superiores, en la zona del margen de la encía.

El patrón de afectación de la caries dental en estos niños se corresponde con el de orden de erupción, la duración del hábito, y de la propia fisiología de la succión.

En el acto de amamantamiento, o succión, de biberón de leche, o zumo, es lanzada contra el paladar por los movimientos de succión, y la lengua se extiende sobre los incisivos inferiores deciduos protegiéndolos. Así pues, la leche, o zumo, queda estancada en la zona superior de la boca del bebé.

Durante la noche, el estancamiento de la leche azucarada, cereales o zumos produce una acción cariogénica sobre los dientes, puesto que la disminución de la saliva es muy importante y la lengua no puede actuar como mecanismo de limpieza en la cavidad oral.

Higiene oral en el bebé de 0 a 3 años

Entre los primeros factores de la formación de la caries dental está la aparición de la placa bacteriana. La placa bacteriana es una capa de bacterias, prácticamente invisible, adherida a la superficie de los dientes, que favorece la formación de caries dental.

La remoción de la placa bacteriana sólo puede hacerse de manera mecánica, mediante técnicas de cepillado dental. Dependiendo de la edad del niño, el cepillado debe ser supervisado y repasado por los padres. El cepillado dental es una técnica que debe ser entrenada, reforzada, y siempre motivada por los padres y el odontólogo . Durante el primer año de vida, se utilizarán Cepillos dedales de silicona para masajear las encías del bebé, y limpiar las superficies de los dientes recién erupcionados. También podemos utilizar gasas humedecidas para limpiar los rebordes de las encías, lengua y mejillas donde habitualmente queda estancada la leche y los cereales.

A partir del primer año de vida ya podemos empezar a utilizar el cepillo dental, pero siempre el adecuado para su edad. El cepillado dental siempre deberá ser repasado por un adulto. No se considera que los niños puedan hacerlo correctamente, por sí solos, hasta los 8 años de edad.

En cuanto el niño ya tenga los dientes erupcionados es conveniente empezar a utilizar el hilo dental para limpiar correctamente entre los dientes temporales. Para ello nos podemos ayudar de los mini-flosser.

Si la dieta del bebé no contiene azúcares, ni toma biberones nocturnos, puedes sólo utilizar agua para el cepillado dental. En el momento que el niño empiece a escupir con facilidad, ya puedes introducir una pasta dental fluorada, adecuada para su edad, para la realización del cepillado dental.

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