El profesor Per-Ingvar Brånemark, mentor de los centros Brånemark, fue un médico investigador sueco al cual se le conoce como el padre de la Implantología moderna por ser el inventor de los implantes oseointegrados.

El descubrimiento de la oseointegración fue un hallazgo fortuito que se produjo en 1952 cuando el profesor Brånemark realizaba estudios en conejos a los cuales les colocaba unas cámaras de titanio para estudiar la circulación sanguínea. Observó que al cabo de un tiempo de estar colocadas las cámaras quedaban completamente fijas en el hueso, siendo muy difícil extraerlas.

El afán de Per-Ingvar Brånemark por intentar ayudar y mejorar la calidad de vida de las personas fue lo que le llevó a utilizar este fenómeno, al cual llamó “Oseointegración”, para conseguir un anclaje en el hueso mediante unos tornillos de titanio sobre los cuales se podrían colocar dientes fijos.

A lo largo de toda su trayectoria profesional Brånemark fue galardonado con numerosos premios, incluyendo el galardón de la sociedad sueca de medicina Suederberg, conocido como el mini-Nobel, la medalla de la academia de la ingeniería sueca y más de 30 posiciones honorarias por Europa y estados Unidos.

Una vez desarrolló su proyecto de investigación, su ilusión fue que eso pudiese llegar a todas las personas del mundo que lo necesitaran, para ello decidió crear una red de centros dirigidos por profesionales a los cuales él había formado directamente para poder ofrecer la máxima calidad a los pacientes en este tipo de tratamientos.